martes, 30 de noviembre de 2010

La bronca que me da hoy la gente felíz

(perdon no siempre soy asi, es un ratito nomas)

lunes, 29 de noviembre de 2010

Costumbrista

y este es el momento de la vida en la que uno se pregunta que mierda piensa hacer, desde cuando llevas gastando el 50% de tu tiempo en una pantalla el 20% comiendo como un cerdo resignado el 25 % siguiente pensando en cosas malas, o en posibles soluciones a posibles problemas que posiblemente nunca tengas la suerte de presenciar y el 5% restante calentando el culo en una banco, sin inspiración, sin leer hace casi un mes, sin planes a futuro màs que pasarte las vacasiones haciendote las uñas de los pies y rascandote la nariz sin animos de caminar hasta la esquina hablando con gente que realmente te es insipida, incolora, inocua, descartable. Esperando que te pase algo fantastico, un detalle minimo que desencadene en tu vida una serie de escenas increibles (si si , vos seguì mirando la tele). Resignada, resignadisima a que el tiempo te lama inocua, pero intentando conservar el estupido optimismo que nos lleva a encabezar descabellados proyectos que por una extraña razon siempre quedan truncos, desojando horas totalmente irrelevantes en tu vida, peleandote ocn la gente, moviendo los muebles de lugar, recortando fotos de brad pitt, amargandote, para no perder la costumbre.

martes, 23 de noviembre de 2010

y es que me siento extranjero fuera de tus agujeros, miente el carnet de identidad tu culo es mi lo ca li dad , miente el destino para hacer que no te vuelva a ver!

Instrucciones para llorar- Julio Cortazar

" Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos. "

Quiero encontrar algo que de vuelta me llene como eso, un miedo que haga temblar, un abrazo que te despoje de aire, un sentimiento que te inunde, una inspiracion que te urja, un hambre que se sacie, una pelicula que chorree agua, un dibujo no se deshilache en mis manos

lunes, 22 de noviembre de 2010

nosoydeelastico

lunes, 15 de noviembre de 2010


ya nos van a llegar tiempos mejores
sos una arrastrada dalia

sábado, 13 de noviembre de 2010

Cuando se unen la estupidez con la ignorancia....
Algo muy llamativo está sucediendo en Argentina desde hace varios años.
En el final de este comentario introductorio daremos a conocer una cifra que se desprende de esta historia que a más de uno va a dejar helado.
En realidad, es más probable que aparezca en el National Geographic que en nuestra TV abierta.

Por estos días, la prensa argentina e internacional se ocupa extensamente de lo que está ocurriendo en Punta Tombo, Chubut, donde miles y miles de pingüinos llegan hasta esas playas cercanas a la Península de Valdez.
Los llamados pájaros bobos son la atracción para visitantes argentinos y extranjeros.

De todas formas, desde hace ya varias temporadas a estas pequeñas criaturas de 50 cm de alto les surgió una "competencia" que está alterando el mapa de las aves patagónicas.
Los albatros y las gaviotas se han multiplicado de tal forma en esa geografía nacional que algunos biólogos del CENPAT (Centro de Estudios del Medio Ambiente Patagónico) están estudiando de dónde proviene semejante

cantidad de ejemplares alados.
A lo largo de todo el gigantesco golfo San Jorge y en localidades pesqueras aledañas de Chubut y Santa Cruz, los habitantes del lugar ven el cielo oscurecerse cuando las bandadas terminan literalmente tapando al sol.

¿De dónde salieron?
¿Por qué son tantos?, se preguntan.
Usted, con razón, también se puede preguntar:
¿Y ésto que tiene que ver con nuestra realidad?
Ya llegamos, esté atento a la cifra que le vamos a revelar.

Estos gigantes del aire despegan hacia el mar en busca de comida...

Los científicos dicen que cada día encuentran más comida, por eso se reproducen tanto, por eso son cien veces más que en los cercanos años noventa; cien veces más.


Resulta que tanto los albatros como las gaviotas encuentran flotando cientos de toneladas de peces muertos muy cerca de la costa…

¿Es la contaminación?,
¿Es un fenómeno natural?
No, es simplemente corrupción en Argentina.

El Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación tuvo una desastrosa idea:


Retirar los inspectores que iban a bordo de los pesqueros y los fresqueros que buscan langostinos, cambiándolos por meros "observadores", con un casi nulo poder de policía.
Este hecho coincidió casualmente (o no tanto) con otras dos situaciones desgraciadas:

1. La Comunidad Económica Europea expulsó de sus mares a los buques congeladores que eran altamente depredadores.


Ante la imposibilidad de trabajar en el viejo continente, las grandes empresas españolas emigraron hacia Argentina, donde la depredación es una palabra desconocida, casi sin uso.

2. Las autoridades provinciales de Santa Cruz y Chubut (el gobernador Das Neves, es uno de los que permiten esta depredación) completaron el círculo permitiendo a las naves factorías foráneas a tirar (sí, a tirar por la borda) aquel pescado que no les conviniera.


Desde entonces, los buques que buscan langostinos sólo se interesan por esta especie, que cuesta en el mercado internacional 18 dólares el kilo. Leyó bien, casi 70 pesos el kilo.


Por ello, arrojan al mar la merluza, el cazón, el abadejo, las rayas y hasta el salmón, que caen en sus redes.


Como la merluza es un predador del langostino, ejemplares de muchísimo kilaje quedan atrapados, son llevados a la cubierta y luego arrojados al mar.


Como estos peces viven a 80 o 90 metros bajo la superficie, una vez subidos al barco mueren por una normal diferencia de presión.


Aunque sean devueltos al océano, ya están muertos.


¿Quién se los come?

Acertó: los albatros y las gaviotas.....

¿Sabe cuántas toneladas de merluza tira al mar cada uno de estos barcos de 40 o 50 metros de eslora? 10 toneladas diarias; 10.000 kilos.


Siga sumando con nosotros.

10.000 kilos por día, sólo de merluza (no estamos contando centolla, ni abadejo, ni cazón, ni salmón, ni nada de eso) hay que multiplicarlos por la cantidad de barcos que salen a buscar langostinos.


¿Sabe cuántos son, cada día, sólo en esa zona?


Nunca menos de cien.

Multiplique, cien barcos, que tiran diez mil kilos de merluza, son un millón de kilos de pescado arrojados al mar cada vez que sale el sol.

¿Sabe cuántos argentinos podrían comer estos manjares gratis cada día?


Un millón de compatriotas, que dejarían de tener hambre, porque un kilo de excelente pescado es un regalo de los dioses.

¿Sabe cuál es el país que tiene la mejor educación y la tecnología más avanzada del mundo?


Japón. ¿Y sabe cuál es la base de la comida nipona?

No es el arroz como nos hacen creer, es el pescado.

¿Hace falta detallar las virtudes que les traería a nuestros chicos alimentar sus cerebros con fósforo de nuestros mejores ejemplares marinos?

Estos números que causan vergüenza fueron denunciados una y otra vez por los marineros no nucleados en el SOMU, el sindicato que dirige el impresentable "Caballo" Suárez, ese irresponsable titular del gremio marino que se emborrachó en el medio de una gira de Cristina Kirchner por Europa, generando un escándalo que motivó que lo sacaran de la delegación.


La oposición a Suárez le ha implorado a los empresarios, a los gobernadores patagónicos y a las autoridades nacionales, que terminen con esta depredación del recurso y que alimenten a la gente pobre, que también existe en el sur de nuestro país.


¿Saben cuál fue la respuesta de los dueños de las pesqueras españolas?


Tratan de no contratar personal de a bordo argentino, optando por peruanos y bolivianos que no se quejan de la depredación; porque, total, la plataforma continental no la sienten como propia.

¿Saben qué contestan los políticos argentinos?


Les bajan los impuestos a las ganancias para que ganen más y no sigan protestando.

Hace pocas semanas, los marineros opositores se rebelaron y quemaron varias plantas de procesamiento en Puerto Deseado.


Uno de los pedidos, además del salarial, era que dejaran de tirar pescados muertos al mar.


Los científicos extranjeros que analizan la multiplicación de gaviotas y albatros señalan con resignación:


"La causa de semejante mutación en la población de aves no es otra que la enorme riqueza de los argentinos, casi tan grande como su propia estupidez."

Por Alicia Jardel
Profesora y Colaboradora de Investigacion de Bélgica

Ahora ya lo sabés.
En lugar de amargarte, nada más, difundilo.
Este es otro de los interminables negociados que hacen los políticos a expensas de la riqueza de nuestro suelo, la apatía de nuestro pueblo, (y lo que es muchísimo peor) el futuro de nuestros hijos...

miércoles, 10 de noviembre de 2010

entonces tragas y mentìs, (como si fuera una logica consecuencia, un desenlace imperturbable,) yo no entro en ese juego, yo no tengo bronca, yo no siento miedo.


mentis
mentis
mentis
Cada palabra de Flor de irupe era un camalote de penachos azules azotandose contra los pilares del puente, una bbandera de siries dibujando garabatos en el cielo plomizo, un pajaro aterido, una gallina ahogada"

Gudiño Kifer
DE noche era peor. Cerraba los ojos con la esperanza de que tendría una pesadilla escalofriante o un sueño delicioso; con el tiempo lo único que pretendía era soñar, cualquier minucia, algo que horadara estas noches como pequeñas muertes.

domingo, 7 de noviembre de 2010

sábado, 6 de noviembre de 2010



Jerome David Salinger
(EEUU, 1919-2010)
El guardián entre el centeno
" Era un taxi viejísimo que olía como si alguien hubiera acabado de vomitar dentro. Siempre me toca uno de ésos cuando voy a algún lado de noche. Pero más deprimente todavía era que las calles estuvieran tan tristes y solitarias a pesar de ser sábado. Apenas se veía a nadie. De vez en cuando cruzaban un hombre y una mujer abrazados por la cintura, o una pandilla de tipos riéndose como hienas de algo que apuesto la cabeza a que no tenía la menor gracia. Nueva York es terrible cuando alguien se ríe de noche. La carcajada se oye a millas y millas de distancia, y hace que uno se sienta aún más triste y deprimido. En el fondo, lo que me hubiera gustado habría sido ir a casa un rato y charlar con Phoebe. Pero, en fin, como les iba diciendo, subí al taxi, y pronto el taxista empezó a darme un poco de conversación. Se llamaba Howitz y era mucho más simpático que el anterior. Por eso se me ocurrió que a lo mejor sabía lo de los patos.
-Dígame, Howitz -le dije-. ¿Pasa usted muchas veces junto al lago del Central Park ?
-¿ Qué ?
-El lago, sabe. Ese lago pequeño que hay cerca de Central South Park. Donde están los patos. ¿ Sabe, no?
-Sí. ¿ Qué pasa con ese lago ?
-¿ Se acuerda de esos patos que hay siempre nadando ahí ? Sobre todo en primavera. ¿ Sabe usted por casualidad dónde van en invierno ?
-Adónde va , quién ?
-Los patos. ¿ Lo sabe usted, por casualidad? ¿ Viene alguien a llevárselos a alguna parte en un camión o se van ellos por su cuenta al sur, o qué hacen ?
El tal Howitz volvió la cabeza en redondo para mirarme. Tenía muy poca paciencia, pero no era mala persona.
-¿ Cómo quiere que lo sepa? -me dijo-. ¿Cómo quiere que sepa semejante estupidez ?
-Bueno, no se enoje por eso.
-¿ Quién se enoja ? Nadie se enoja.
Decidí que si iba a tomarse las cosas tan a pecho, mejor era no hablar. Pero fue él quien sacó de nuevo la conversación. Volvió otra vez la cabeza en redondo y me dijo:
-Los peces son los que no se van a ninguna parte. Los peces se quedan en el lago. Esos sí que no se mueven. "
Quiero guardar las cosas buenas en un frasquito, en una capsula en un saquito de tè dejarlas ahi para cuando las necesite, y que nada las tiña de gris