Unas lagartijas verdes se deslizan entre las grietas. Sè que si me asomo y miro hacia adentro no verè nada. Es muy profundo. No puedo imaginar cuànto. Y està tan oscuro como si en una marmita alguien hubiera cocido todas las negruras de este mundo.
La muerte està presente en el pisapapeles, en las cuatro bolas rojas y blancas alineadas sobre la mesa de billar. Y nosotros vivimos respiràndola, y va adentràndose en nuestros pulmones como un fino polvo.
Aùn despues de que la luciernaga hubiera desaparecido, el rasttro de su luz permaneciò largo tiempo en mi interior. Aquella pequeña llama, semejante a un alma que hubiese perdido su destino siguiò errando eternamente en la oscuridad e mis ojos cerrados.
-Tokio Blues-
Otro de los libro a leer de mi lista mental, Tokio blues de Murakami.
ResponderEliminarQue lindo escribe.
hacia muchisimo que no pasaba por acá, puf
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