A lo que en verdad teme ella no es a las lágrimas que en tiempos pasados rodaron por su cara. Sino contrariamente teme a que en un futuro próximo; casi tan próximo que podríamos tomarnos el atrevimiento de llamarlo presente; su corazón este tan seco de emociones que no posea ni siquiera la mezcla de alteraciones que culminan finalmente en el llanto-
Eso sería lo verdaderamente doloroso
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